sábado, 13 de enero de 2018

EL RINCÓN DE PILAR

Se nota, se siente, Pilar está presente!!!
Tras un parón por motivos de causa mayor, (mayormente no se puede hacer nada con algunos libros), aquí tenemos otra entrega alucinante de Pilar para deleite de todos nosotros.
Muchas gracias.


EL GATOPARDO



FABRIZZIO

No es que fuera gordo, era inmenso

muy robusto, y su cabeza tocaba

en las casas del común de las gentes

los rosetones de las arañas.

Capaz de enrollar las monedas

como si de papel de seda se tratara,

Al taller del platero era un ir y venir

de tenedores u cucharas

que pagan su cólera en la mesa

por la noche, tarde y mañana.

También sabe acariciar a su esposa

con una delicadeza extrema

y los botones esmerilados del telescopio,

y los anteojos buscadores de cometas.

Vivía en continuo descontento

viendo el patrimonio de los Salina,

 cómo iba menguando y la nobleza

cómo poco a poco desaparecía.

Era el suyo un jardín para ciegos,

la vista no encontraba mas que ofensas,

pero el olfato, un manantial de placeres

llenándote de gozo y complacencia.

Con el esplendor propio del reino

de las Dos Sicilias servían los ágapes

manteles resplandecientes, sopera de plata

coronada con el gatopardo danzante.

Entre dueños hijos, preceptores

se sentaban a la mesa 14 comensales,

las hijas, con la marca atávica de los Salina

regordetas y de salud rebosantes,

los varones delgados pero fuertes

 temiendo todos al honorable padre,

que con un manotazo en la mesa

hace que todos tiemblen y callen .

Giovanni, el mas querido y arisco

se fue a Londres buscando trabajo,

prefirió una empresa carbonera

a la existencia fácil del bienestar palermitano.



Fabrizzio va a la ciudad con el padre Pirrone

evitando así una bronca en la mesa,

mientras él se ve con Mariannina

el cura le espera en la Casa Profesa.

El padre le sugirió que se confesara

el príncipe contestó en tono satírico:

-¿para qué contarle mis pecados

si usted  está al tanto de mis vicios?

¿Como hago para contentarme con una esposa

que en la cama si la abrazo se santigua,

y en los momentos de mas emoción

solo sabe decir “Jesús María”?

En 20 años de matrimonio

no conozco su ombligo ni rodillas

la otra, me mira servicial y humilde

con ojos opacos de sumisa campesina.

Peco, es verdad, pero peco

para no seguir excitándome y pecar mas,

y no ser arrastrado por mayores desgracias

para arrancarse esa espina carnal-

Dios con su poderosa mano

mezclaba en sus pensamientos

las caricias de Mariannina

con la guerra y los dulces versos



TANCREDI

Fabrizzio lo quiere mas que a sus hijos

le enorgullece que se vaya a las montañas

a luchar con Garibaldi, porque es preciso

que todo cambie para que no cambie nada.

Le promete que volverá con la tricolor

en lugar de esa bandera blanca

del reino de los Borbones

con la flor de lis en el centro bordada

El príncipe quería mas a su sobrino

que a su hija favorita Concetta,

a pesar de la placidez con que  la joven

se doblegaba a la voluntad paterna.

Ella no podría ayudar al joven Tancredy

a escalar posiciones en la política,

necesitaba dinero para comprar votos

y una esposa que no fuera tan retraída.

Sería una bola de plomo a los pies del marido

con aspecto de colegiala bella

fuego y llamas durante un año de casados

y ceniza durante los siguientes  treinta



DONAFUGATA

Todo se encontraba en perfecto orden,

los cuadros sin polvo y brillaban los dorados,

el príncipe ocultaba su corazón paternal

bajo la regia  autoridad del amo

Russo, el mayordomo, era ágil, ojos ávidos

bajo una frente exenta de remordimientos,

Fabrizzio lo apreciaba pues veía en él

la imagen misma de una clase en ascenso.

Era amable y sinceramente afectuoso

robaba convencido de tener derecho

apoyaba a los sublevados que traerían

libertad, seguridad y menos impuestos,

mejorará el comercio, la villa estará segura

solo los curas saldrán perdiendo,

los piamonteses entrarán sumisos

a presentar a vuestras excelencias sus respetos.

No quieren los rebeldes acabar con la nobleza

tan solo desean ocupar su puesto,

que sus descendientes se crean barones

que ignoren lo que fueron sus ancestros



Los campesinos de Donnafugata

rendían a su señor un afecto sincero,

pues olvidaba a menudo exigir los cánones

tasas e impuestos  de sus arrendamientos.

Estaban contentos de ver al auténtico

Gatopardo con pantalón de piqué,

repartir sonriendo amistosos manotazos

con su rostro bonachón de felino cortés,

se dirigía con cordiales expresiones

amistosas al subordinado servicio,

y en ese momento invisible comenzó

la apresurada declinación de su prestigio.



Confiemos en que venga por fin la lluvia

dijo el príncipe, que termine ya este verano,

él, que le fastidiaban los chubascos

revelábase hermano de sus toscos villanos.

La abolición de los derechos feudales

decapitó obligaciones y privilegios,

el ansia de riqueza se llenó de codicia

de color y de ardor, como vino viejo

tan sólo una imperceptible sustitución de castas.

los nobles se alían con liberales y masones,

para arrebatar a la iglesia unos bienestares

que solo son patrimonio de los pobres,

bienes estos que serán repartidos

entre los  mas desvergonzados cabecillas,

-¿quien quitará el hambre de tantos infelices

a quienes la iglesia sustenta y guía?.

¿cómo se las compondrán entonces

para aplacar a las turbas desesperadas?-

El príncipe sabe que tiene razón el cura

pero absorto y distraído, calla

Tancerdy fue herido en Palermo

regresó a casa con un ojo emparchado,

prendido de un hilo escarlata que discretamente

aludía a la camisa roja que había llevado



Tenía un carácter solemne Donnafugata

durante la primera comida,

los criados con peluca empolvada

y calzón corto, la mesa servían,

no se ponía traje de etiqueta

solamente en eso transigía,

para no embarazar a los huéspedes

que evidentemente no lo poseían.

De la mesa eran excluidos

los hijos menores de 15 años,

se servían ponche a la romana

y vinos franceses antes del asado.

El frac de Don Colagero era un atentado

contra el buen gusto, pues sus faldones

se erguían hacia el cielo en muda súplica

y sus pies calzaban botas de botones.

A los 5 minutos de su llegada

se abrió la puerta y entró Angélica,

los Salina se quedaron sin aliento

bajo el ímpetu de su belleza.

Alta. Ojos verdes y bien formada,

su boca infantil del color de las fresas

poseía la calma y la indomabilidad

de la mujer segura de su belleza,

aunque en el momento de su triunfal entrada

los nervios hicieran temblar sus piernas



Tancredi sentado entre Concetta y Angélica

con la cortesía del culpable dividía,

con total equidad miradas cumplidos

y bromas entre sus dos vecinas.

Aquel día tras un enfado con su prima

encontró tan encantadora su furiosa mirada,

que parecía un cachorro rabioso

y estuvo a punto de besarla,

pero ese día conoció a Angélica

y  ella era la imagen del amor,

su prima era la dulce adolescencia

y las amaba mucho a las dos.

La corriente de deseo de su primo

hacia la intrusa  ensombrecía

el entrecejo de Concetta

una celosa envidia la corroía.

Se aferraba a los pequeños detalles

que demostraba su educación pueblerina,

un intento de quitarse con el dedo

los restos en sus dientes de comida,

la vulgar gracia del meñique levantado

mientras una copa de vino sostenía,

su tersa piel carecía de  nácar

y advirtió en su cuello una peca rojiza,

Le faltaba sensibilidad espiritual

pensó que Tancredi lo había advertido también

se agarró a eso confiada y desesperada

como a un clavo que no deja de arder.

Es cierto que el primo había percibido

las huellas de la diferencia de educación

y no produjeron menoscabo alguno

en su enamorado corazón

Había venido la lluvia, y se había ido

el sol subió a su trono como un rey absoluto,

que alejado durante semanas de su feudo

vuelve para reinar iracundo.

El calor confortaba sin ardor

en la tierra el trébol cauteloso apuntaba

la luz era autoritaria y sobre los rostros

aparecían suspicaces esperanzas



Fabrizio recordaba que un año antes

podía decir lo que pasaba por su cabeza,

sus aciertos eran palabra de evangelio

y sus errores, negligencia principesca.

Envidió sus antepasados que se habían hartado

de acostarse con las Angélicas de su comarca,

sin tener que pasar ante el párroco

ni preocuparse de la dote de las villanas.



El amor de Tancredi superaba su contención,

 y rogaba a su respetado tío,

 que quisiera en su nombre pedir la mano

 de  Angelica a su «padre amantísimo».

-Tú sabes, tío, que yo no puedo

ofrecer al objeto de mi pasión nada

que no sea mi amor, mi nombre

y mi espada-



Stella piensa que Tancredi es un traidor

como todos los liberales de su calaña,

primero traiciona al rey, y ahora

deja a Concetta tremendamente desolada.



DON COLÁGERO

Don Colágero compraba los bienes

 de la iglesia y se convirtió en el mas rico,

su mujer bellísima, es la hija del aparcero

solo sale para misa de las cinco.

Fue entendiendo que una conversación

puede no parecerse a una pelea,

que cederle el paso a una mujer

no es señal de debilidad sino de fuerza,

que se puede obtener mas de un interlocutor

si sabes tratarlos con finura y delicadeza.

Inició para él y los suyos

un proceso de constante refinamiento,

que transformó a unos labriegos brutos

y eficientes en unos caballeros indefensos.

El padre de Angélica está emocionado

dice que el amor es correspondido

que asignará a su hija en el matrimonio

bolsas de oro, tierras de olivares y trigo

Don Colágero prometió volver al día siguiente

llevando consigo el consentimiento de su hija,

fue acompañado a lo largo de los salones

mientras el príncipe desde arriba

veía alejarse aquel montoncito de astucia

de trajes mal cortados y poca sabiduría,

repleto de oro y de ignorancia

que iba a formar parte de la familia.

Problemas que parecían insolubles

en un santiamén Don Colagero resolvía,

despojado de los impedimentos

que la honestidad y la educación exigían,

como un elefante aplastando madrigueras

comportábase en el bosque de la vida,

solo le importa su ascenso a noble

sin advertir los lamentos de las víctimas.

Don Fabrizzio habiendo vivido en pequeños

y amenos valles recorridos por los céfiros

de los “por favor” “te agradecería” “ten la bondad”

con Don Colágero se encontraba al descubierto,

en una lanza azotada por secos vientos

y aun prefiriendo las quebradas de los cerros,

admiraba el aire de los bosques

que en Donnafugata arrancaban dulces arpegios.

Angélica, incluso no amando a Tancredi

se enamoró de el enseguida,

los ojos azules, la afectuosidad burlona

le causaban una turbación precisa.

Deseaba ser doblegada por sus manos

y una vez doblegada, por otras las sustituiría

pero por el momento, oír su voz

y sentirse deseada, le complacía



DON CICCIO

Don Fabrizio le había querido siempre

 pero era éste un sentimiento nacido

de la compasión que inspira toda persona

que desde muy joven se ha creído

destinada al arte y que pasados los años

dándose cuenta de que no posee talento,

ejerce esa misma actividad en más bajos peldaños,

guardándose en el bolsillo sus marchitos sueños.

Se comportaba caballerosamente

compadecía también su decorosa pobreza,

no era envidioso, sino “fiel devoto”

era un snob con altiva conciencia.

La fugitiva sonrisa de cualquier noble

era suficiente para alegrarle la jornada,

los apelativos afectuosos y los donativos

del príncipe, llenaban de sol su cara.

-Es una porquería (dijo don Ciccio)

que Tancredi se case con la hija de su enemigo

será el fin de los Falconeri y los Salina-

aseguró con un lascivo lirismo.

Pero existe un dios protector de los príncipes.

se llama “Buena Crianza” y a menudo

interviene para salvar de un mal paso a los gatopardos.

mas hay que pagarle un fuerte tributo.



El veranillo de San Martín es la verdadera

estación de voluptuosidad en Sicilia,

días luminosos oasis de apacibilidad

que a la desnudez secreta invita.

El palacio de los Salina había sido

refugio para esas eróticas jaranas,

la llegada de los jóvenes enamorados

despertó los instintos escondidos de la casa.



Cavriaghi estaba enamorado de Concetta,

pero ella estaba sorda a sus anhelos

él  soñaba raptos al claro de luna

y ella se entregaba a su anhelo mas concreto

Disuelto el ejército de Garibaldi

Tancredi se hace oficial de la Guardia Real

su amigo sigue cortejando a Concetta

pero ella de nuevo  le rechazar

piensa que después amar a Tancredi

no puede aceptar al amigo

pues sería como beber agua

después de haber saboreado el vino



Las visitas de Angélica a palacio

se hicieron cada vez mas frecuentes,

a veces, acompañada del padre

que desaparecía inmediatamente

para descubrir o tejer tramas ocultas,

otras veces la acompañaba la doncella

que entristecía a los empleados

tomando con ellos café en la despensa.

El juego en que arrastraba a los novios

 estaba lleno de hechizos y azares,

deseo malicioso y tenaz que gozaban

persiguiéndose y encontrándose.

Decía el príncipe que cuando se conocen

todas las habitaciones de un palacio

ya no era digno de habitarse

porque perdía todo su encanto.

Cada puerta, cuando se abría,

 crujía como una cortina de alcoba,

  cuando se alcanzaban era el preludio

de caricias insinuantes y voluptuosas.



Ella temblaba bajo el vestido veraniego

era una mañana luminosa y fría,

la abrazó para calentarla, el deseo

se hacía tormento y el freno a su vez delicia.

Mas de una vez  perdieron

la orientación de donde se encontraban,

se asomaban a una ventana a mirar el jardín

y adivinar en que ala del palacio estaban.



Tras la unión de Sicilia al reino de Cerdeña 

el gobierno de Turín lo nombra ilustre Siciliano,

lo proponen para Senador del  reino

pero él no duda en rechazarlo,

comprometido con el pasado régimen

al que está ligado por familiares vínculos,

un afecto a caballo entre dos mundos

sin llegar a encajar en ninguno,

no puede engañarse a si mismo

en política no se siente tranquilo

requisito indispensable para quien quiere

ganar a otros y resultar elegido.

Los sicilianos viven en perpetuo sueño

y odiarán a quien quiera despertarlos,

aunque sea para ofrecerles dones

y maravillosos regalos.

Le sugirió para el senado

a Don Colágero Sedara

él si que tiene ambiciones políticas

y es astuto para poder realizarlas.

-Si los hombres honestos os retirais-dijo

el visitante- el campo libre quedará

para gente sin escrúpulos e ideales

y todo como hasta ahora continuará-

-Los sicilianos no harán nada para superarse

porque se creen perfectos

su vanidad es mas fuerte que su miseria

no aceptan que nadie les de consejos

fuimos los gatos salvajes, los leones

los que nos sustituyan serán  fieras

alimañas, chacales perversos y todos juntos

continuaremos creyéndonos la sal de la tierra-



Palermo atraviesa un periodo

de frívola y mundana vida,

quedó atrás el horror de la guerra

los bailes están a la orden del día.

Espantados los espectros de la expropiación,

las personas que la alta sociedad componían

no paraban de reunirse

para felicitarse por existir todavía.

La fiesta será la presentación en sociedad

de Angélica, ella le pide al príncipe un baile

es tal su destreza en la pista

que todos se apartan para contemplarles.

Fabrizzio se siente mal en la sala

ante tanta ostentación de jóvenes excelentes,

recorre en palacio y contempla un cuadro

parece que cortejara a la muerte.

Los jóvenes piensan que la muerte

concierne a otros, a ellos nunca,

el príncipe piensa en hacer reparaciones

en su futura y próxima sepultura.

La excesiva riqueza del palacio

causa conmoción en Colágero,

todo lo que ve lo transforma en dinero ,

cuadros, bandejas, candelabros...

Esto es lo que queríamos para Sicilia

asegura en un tono apacible,

demasiado pronto se le ha olvidado

que su origen es tan modesto como  humilde



20 AÑOS DESPUES

La voluntad del príncipe de seguir viviendo

iba retirándosele  continua pero lenta,

como se agolpan los granos por el estrecho

orificio de un reloj de arena.

Percibía el rumor de esos granitos

deslizándose silenciosos y leves,

el tiempo se escapaba de su vida

y lo abandonaba para siempre.

A veces el mismo se sorprendía

de que su depósito vital, aún contuviera

algo en su interior después

de tantos años de constante pérdida.

Le enorgullecía percibir esa fuga

mientras los demás no sentían nada,

Stella consumida por la diabetes

a una existencia de dolor se aferraba.

El príncipe sintió sobre sí la mirada

de los ojos de Bendicó, grandes y negros,

horribles desgarraduras le habían

lacerado el hocico y el pecho.

Aguantaba el dolor sin reproche,

sus vigorosas patitas se contraían,

torturado por una ansiosa esperanza de salvación

las aterciopeladas orejas ya estaban frías.

Mientras los piadosos pulgares de su amo

acariciaban su mísero hocico,

el animal tuvo un postrer estremecimiento

y dejó el mundo de los vivos.



MUERTE: Julio 1883  

Consultaron al doctor Semmola en Nápoles

le irritaba el griterío de esa ciudad paranoica,

repleta de personas extenuadas

con una irritación quejumbrosa.

Regresan a Palermo, le reciben

las máscaras de los familiares

con falsa sonrisa de regocijo

por el “buen éxito” del viaje.

Fue esa sonrisa consoladora

la que le reveló el diagnóstico de Semmola,

que a él solo le había dado

frases tranquilizadoras.

Fue entonces mientras abrazaba

a la nuera sepultada bajo su luto de vida,

a los hijos cabizbajos y pesarosos

 que mostrando los dientes sonreían,

fue cuando vio a su querido Tancredi

que con ojos de miedo lo miraba

fue entonces cuando se escuchó

claramente el fragor de la cascada,

La sonrisa del sobrino no era burlona

estaba teñida de melancólico afecto,

se supo desahuciado pues la ironía

a la ternura había cedido su puesto.

Lo trataban como recién nacido.

se miro despaciosamente al espejo,

 le resultaba mucho mas fácil

reconocer su ropa que su aspecto. 

 Se veía altísimo, descarnado

 con las mejillas hundidas,

 un gatopardo en pésima forma

 y barba de varios días

El mar de Palermo inerte

se extendía ante él agazapado,

como perro que se esfuerza en hacerse

 invisible a las amenazas del amo.

hubiera querido violar en la medida

de sus posibilidades la absurda regla,

que obliga a morir enmascarado

pero le fallaban las fuerzas,

¿porqué dios había decidido

que nadie muriera con su propia cara?

pero carecía de las fuerzas

para afeitarse con la navaja.

Abandonarse al sopor era absurdo

como comer un pastel antes de un banquete,

estaba como un naufrago a la deriva

a merced de indomables corrientes.

Sentado en la terraza del hotel

advertía que ahora era otra cosa,

sentía que la vida se escapaba

de él en grandes oleadas presurosas.

Y allí se quedó, inmóvil,

sumergido en el gran silencio exterior,

dejando que le inundara

su horroroso estruendo interior.

Él era el último Salina

era inútil tratar de engañarse,

pues solo si persisten las tradiciones

puede continuar el noble linaje,

y solo él conservaba

los recuerdos originales

Su nieto Fabrizietto

tenia gusto por la vida regalada,

inclinación hacia una vida burguesa

donde se encontraba como pez en el agua.

Él era el último de los Salina

calló acechando el tintineo del viático,

preservaron la intimidad del moribundo

y la oscura estancia abandonaron.

Recordaba algunos pecados concretos

pero tan poca cosa le parecieron

que no valía la pena importunar al sacerdote

en un día que escupía fuego.

Los ojos del Gatopardo debieron

de mostrar tal confusión,

que el sacerdote tomo por expresión

de penitencia y le dio la absolución,

murmuro las silabas inmemoriales

 que allanan el camino y se retiró.

Hizo balance de pérdidas y ganancias

tratando de recordar los buenos momentos:

dos semanas previas a la boda,

las seis posteriores al casamiento,

media hora  al nacer Paolo, orgulloso

de añadir una ramita al árbol de los Salina

y el placer de advertir en Concetta

que en el carácter se le parecía

le complació recordar a Tancredi

abriéndose paso tras su regreso,

el silencio de afuera era total

el estruendo interior se volvió mas intenso.



Del grupo se abrió paso una joven

esbelta con sombrero de paja,

cuyo moteado velo no ocultaba

la gracia irresistible de su cara.

Pedía disculpas, mientras se acercaba

era ella, la criatura que siempre había deseado,

durante tanto tiempo la había perseguido

y ahora venía a llevárselo.

Pudorosa y dispuesta a ser poseída

se acerco hasta su lecho,

le pareció mas bella que nunca

cuando él le levantó el velo,

ella lo abrazó besó sus labios

y el fragor del mar cesó por completo.



Mayo 1910

Las 3 hermanas Salina

con sus secretas luchas,

por la hegemonía domestica

siguen viviendo juntas.

El cuarto de Concetta rebelaba el carácter

afable de una solterona anciana,

cuatro cajas contenían camisas

camisones batas fundas de almohada,

y separadas en “buenas”y”corrientes·

una gran colección de sábanas,

ajuar confeccionado en vano

hace mas de cincuenta añadas.

Nunca se abrían por temor a los demonios

que pudieran salir de esas cajas,

por lo que la humedad de Palermo

iba impregnando las telas que amarilleaban.

Había retratos de personas muertas

por las que no sentía ningún afecto,

pues les habían herido tanto en vida

como para no olvidarlos de muertos.

Guardaba acuarelas de palacetes,

 mansiones y residenciales casas

que sobrinos derrochadores habían

malvendido por unas monedas de plata,

y un montoncito de piel apolillada

con orejas erguidas y hocico de madera,

atónitos ojos de vidrio amarillo

Bendicó desde hace años la contempla.

Fue embalsamado hacía 45 años,

era un nido de arañas y carcoma,

pero ella no se deshacía del único recuerdo

que no le provocaba sensaciones penosas.



Un jesuita había asumido

la dirección espiritual de la casa,

cada una tenía su propio confesor

que casi a diario las visitaba.

Monseñor sabe que la casa de los Salina

es un faro en en el laicado palermitano

para satisfacer a las almas piadosas deben

autentificar los objetos venerados

En cumplimiento de disposiciones pontificias

se inician inspecciones en oratorios privados,

con objeto de comprobar la idoneidad

de las personas que en ellos están predicando.

Comprueban la adecuación del mobiliario,

el culto a las reglas por la iglesia  autorizadas

y la autenticidad de las reliquias

que en las capillas son veneradas.

Concetta no creía en las reliquias,

pero las pagaba con la actitud indiferente

del padre que salda las cuentas

de los niños para que no molesten.

La exclusión de esos objetos

le era indiferente mas le molestaba,

el desprestigio de su familia en la iglesia

y en la sociedad palermitana.

Solo 5 reliquias resultaron autenticas

y dignas de veneración,

hasta que no consagren de nuevo la capilla

no podrá ser centro de oración.

Retiran el cuadro profano

que el hermoso altar presidía

los marcos porque son buenos

los amontonan en la capilla.

La muerte de Tancredi había sido

el viraje decisivo de su vida, empezando

a recorrer el desierto donde no habitan

ni el amor extinguido ni el rencor apagado.



Concetta ya no amaba a su primo,

el amor eterno suele durar poco

pero así como quien ha tenido la viruela

conserva las huellas en el rostro,

aunque hubieran transcurrido 50 años

ella conservaba en su vejez penosa,

las cicatrices de aquella desilusión

que ya casi pertenecía a la historia.

Su única adversaria fue ella misma,

destruyó su futuro su carácter impetuoso,

ni siquiera podía recurrir al consuelo

de culpar de su infelicidad a otros,

ese alivio que es el ultimo elixir

 fraudulento engañoso y timorato

con el que gustan de embriagarse

 los puritanos mas desesperados.



Concetta se retiró a su cuarto

un vacío interior inundaba su alma,

Bendicó le despertaba recuerdos amargos

dio orden de que se lo llevaran.

Los ojos de vidrio le miraron con el reproche

que aflora en las cosas que son eliminadas,

mientras caía al rincón del patio

que cada día el basurero visitaba,

recobró por un instante su forma

parecía imprecar con la pata alzada,

viéndose danzar en el aire a un perro
de largos bigotes y vacua mirad

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