Amenazó con dejar de acudir a su cita mensual en su rincón. Que si el trabajo. Que si no tengo tiempo.
Afortunadamente no su cumplieron los pronósticos y nuevamente tenemos a Pilar deleitándonos con ese arte. ¿Cómo lo haces?.
Mil gracias por todo.
EL DIOS DE LAS PEQUEÑAS COSAS
En la India, país en eterno equilibrio entre
los horrores de la paz y los terrores de la guerra
continuaban sucediendo las peores cosas
entre madres hijos tías y abuelas
AYEMEMEN
Antigua y noble mansión señorial
que mantenía las distancias
como si no tuviera nada que ver
con la gente que la habitaba.
El pronunciado tejado
se había ido oscureciendo,
lo cubrió de musgo la lluvia
y el pertinaz paso del tiempo.
Se alzaba sobre nueve escalones
que le otorgaban una gran dignidad,
lo que allí pasaba adquiría el aura
de una representación teatral.
En Ayememen eran anglófilos
y ellos una familia atrapada
fuera de su historia, sin vuelta atrás
pues sus huellas han sido borradas.
Cuando el padre de Bebe tenía siete años,
el suyo lo llevo ante el patriarca
que había ido a visitar a los cristianos
sirios en la región de Kerala
Cuando paso frente a ellos
el padre susurrándole a su hijo
lo empujo hacia adelante
para que le besara el anillo.
El patriarca limpio las babas
de su mano y bendijo al niño
este hecho le dio el sobrenombre
de “El pequeño bendecido”
De mayor, se convirtió en sacerdote,
la gente iba por carretera o por el río,
y a fin de que los bendijera,
llevaban a sus hijas e hijos
MAMACHI:
Tenia deformadas las corneas
aunque estaba casi ciega
su esposo no le ayudaba
en la fábrica de conservas.
Para un exfuncionario del gobierno
no era una digna tarea,
cargo que no le impedía
apalizarla con frecuencia.
Tenía un cutis pálido y fino
de lunares rojos salpicado,
los diamantes brillan en sus orejas
como diminutos candelabros.
De joven lucía una gran melena
y el pelo que se le caía
lo guardaba en su tocador
en una bolsa con puntillas
Cuando reunió la cantidad suficientemente
se hizo un moño que guardaba
bajo llave , como un tesoro
como su joya mas preciada.
Por turnos trenzaban sus nietos
el poco pelo que le quedaba
y contaban
uno a uno
los lunares de su cara
Con forma de media luna
tenía en la cabeza protuberancias
recuerdos de su
difunto marido
cuando con el jarrón la golpeaba
Cuando punteaba el violín
con los ojillos cerrados
sentía elevarse las notas
hacia el cielo despejado
El interior de su cabeza
era como una habitación
con cortinas oscuras corridas
en un día de refulgente sol
BEBE KOCHAMMA
El reverendo Ipe y el padre Mulligan
a distintas confesiones pertenecían
había diferencia de edad entre ellos
profesábanse
mutua antipatía.
Los dos disfrutaban de la compañía
del otro y frecuentemente el reverendo
invitaba a su adversario
a comer o almorzar con ellos.
Bebé Kochamma se enamoró del cura,
cuando lo intuía llegar sometía
a un niño pobre a un baño forzoso
que dejaban doloridas sus costillas.
Por los sentimientos que provocaba en ella
el padre halagado se sentía
se quedaban charlando junto al pozo
impertérritos bajo el sol del mediodía.
Tanto la joven como el intrépido jesuita
temblaban con una pasión poco cristianas
para poder
estar mas tiempo juntos
usaban la biblia como artimaña
Cuando se iba, el corazón magullado
y compungido de la joven lo seguía
como un animal, dando saltos,
como perra concebida.
Desafió las órdenes de su padre
al catolicismo se convirtió
ingresó en un convento
para estar cerca de su amor,
eso le proporcionaría a la joven
ocasiones bien justificadas
para tenerlo mas cerca y amarlo
aunque solo fuera con la mirada.
No logró sus propósitos
pues las monjas monopolizaban
tanto a curas como a obispos
y ella se sintió muy desgraciada.
Empezó a mandarle a su padre cartas
para que la sacara de allí
abandono el convento pero no
el catolicismo. Se sintió feliz
El reverendo Ipe supo que sería
difícil encontrarle un marido,
quiso poner distancia mandándola
a estudiar a Estados Unidos
Dos años después regreso diplomada
en jardinería ornamental
pero seguía sintiendo por el cura
la misma atracción fatal
El jardín delantero de la casa
serpenteante de gravilla y empinado
se convirtió en un exuberante
laberinto de setos enanos,
de rocas y gárgolas, un jardín
tan vehemente y desmesurado
que la gente llegaba de fuera
tan solo para contemplarlo.
Sobre un estanque poco profundo
un querubín de mármol
hacía pipí trazando en el aire
un interminable arco plateado.
En cada esquina del estanque había
un gnomo de escayola rosada
con un picudo gorro rojo
y mejillas
sonrosadas
El vergel mimado durante medio siglo
se tornó desordenado y salvaje
una mala hierba (cizaña comunista)
asfixió las plantas ornamentales,
las enredaderas se colaban en los
gnomos, por sus ojos y cabezas
dándoles una expresión a medio camino
entre el desdén y la sorpresa.
La razón del abandono repentino
fue la aparición de un nuevo amor
una parabólica que en su tejado
le descubrió la televisión
Llegaron todos al unísono
deshicieron a la vez sus maletas
fútbol,sexo, música, hambre
golpes de estado y guerras
Las hambrunas del mundo despertaron
sus viejos miedos a la revolución
la amenaza marxista – leninista
se hizo presente en su televisor
KOCHU MARIA
Nariz carnosa y ancha
antebrazos cortos, regordetes dedos
cabeza demasiado grande
para su menudo cuerpo
Kochu María llevaba pendientes
que desgarraban sus orejas
su risa tenía el timbre cruel
que tienen los niños de teta
Se hizo coser sus orejas rasgadas
para seguir usando aretes y supieran
que era cristiana de casta alta
a pesar de su condición de cocinera
Se pasaban el día en la sala
Bebe en la chaiselongue, ella en el suelo
una con el pelo blanco como la nieve,
la otra como el carbón muy negro.
CHACO
Llevaba arrugada la camisa
los cordones desatados
por detrás su pelo está de punta
como puerco espín desaliñado,
por delante, su atlético cuerpo
va cuidadosamente
repeinado
era un romántico incurable en guerra
con un marxista atormentado.
Viajó a Londres, a estudiar a Oxford
con una mas que generosa beca,
su madre le informa en sus cartas
de sus matrimoniales peleas.
Se enamoró como un loco de Margareth
la chica blanca de larga espalda
las penurias le visitaron
cuando el dinero de la beca se acaba
Ella le hizo sentirse dueño del mundo
le agradecía que no quisiera cuidarle
la adoraba por no adorarlo
por no querer convertirse en su madre
El padre de Margareth odiaba a los indios
los encontraba taimados y deshonestos
no podía hacerse a la idea de que su hija
se desposara con uno de ellos
En la foto de su enlace
mira la madre para otro lado
como si no quisiera ser testigo
de una boda abocada al fracaso
Llegó Chaco a Ayememen
e irrumpió en la habitación
impidió que su padre golpeara
a su madre con el jarrón,
-Que no vuelva a suceder esto-
fue la sentencia del hijo al padre,
quien destrozó de rabia la mecedora
no volvió a pegarle... ni a hablarle
Se compró un plymouth azul
con el que se daba importancia
no permitir que la familia
lo usara fue su venganza.
Convirtió mamachi a su hijo
en el beneficiario de su amor
la competencia que tenía en Margareth
la llenaba de un profundo rencor
Odiaba a su nuera por ser
la mujer
“oficial”de Chaco
la odiaba por
casarse con el
la odiaba mas, por abandonarlo
Chaco dejó su puesto de profesor
a la muerte de su padre
tomó el mando de la fábrica
dirigida con destreza por su madre.
Ammu no tenía derecho sobre
la propiedad por ser mujer,
decía su hermano : lo mio es mio,
y lo tuyo, es mio también.
El autoproclamado marxista
aleccionaba a sus trabajadoras
sobre derechos laborales
en la intimidad de su alcoba
AMMU
Aprendió a ignorar los cuentos felices
su padre, con los invitados era adulador
cortesía que si
eran blancos
rayaba, casi en la sumisión.
Donaba dinero a leproserías,
era de elevados
principios, y refinado
pero a solas con su mujer se convertía
en un monstruo desconfiado y tirano.
Ammu y su madre habían pasado
frías noches de invierno escondidas
tras el seto del jardín para que no las vieran
las gentes de buenas familias,
porque papachi había vuelto
de mal humor de su trabajo
y las había echado de casa
después de haberles zurrado.
De mayor aprendió esa vena temeraria
que caracteriza a aquellos de abajo
que durante toda su vida han sido
por los de arriba acosados.
Los estudios universitarios eran
innecesarios para una hembra
no tenían dote que ofrecer,
por lo que nadie se interesó por ella.
Soñaba con escapar de las garras
de su malhumorado padre
y de la amargura y resignación
de su subyugada madre
Con una tía lejana de Calcuta
un verano se fue a pasar
allí conoció al director adjunto
de una plantación de té en Assan.
Provenía de familia de terratenientes
en Bengala
oriental
perdió sus tierras tras la anexión
de esta región a Paquistán.
Era menudo, bien proporcionado,
era juvenil, pero cautivador,
tras 5 días le pidió matrimonio,
no se fingió enamorada pero aceptó
Fue en octubre del 62
cuando estalló la guerra con china
embarazada de 8 meses
Ammu no puede con su barriga
En un hospital con ventadas tapadas
para no atraer a los enemigos
a la mortecina luz de una velas
llegaron al mundo dos niños
Contó la madre 2 bocas, 4 ojos
20 dedos de uñas perfectas
no se dio cuenta de que había
una única alma siamesa.
Tonteó su marido con la bebida
empezó a faltar al trabajo,
llegan quejas de otros directores
el presidente fue con el muy franco:
-Aunque debieras dimitir,
se positivo, le
dice sonriente,
en esta vida hay que saber
jugar las bazas que uno tiene,
y tienes un problema con el alcohol
y una mujer muy atractiva
quiero que venga a vivir a mi casa
mientras te restableces en una clínica-
Había en la plantación niños harapientos
de piel clara, hijos de recolectores
de los que su jefe ya se había
encaprichado en mil ocasiones.
Ammu calla, el arremete
contra ella por su silencio
se defiende con
tal ímpetu que deja
el cuerpo de su esposo de moraduras lleno
Cuando los ataques de violencia
empiezan a incluir a los niños
regresa a la casa paterna
y abandona a su marido.
Volvió a todo aquello de lo que
apenas unos años había huido,
ahora regresaba sin sueños
pero con dos tesoros, sus hijos.
Cuando oía canciones que le gustaba
algo cambiaba bajo su piel,
se sentía como si hubiera
dejado a un lado la sensatez
Del paso aplomado de una madre
a otro mas vivo pasaba,
fumaba, se ponía flores en el pelo
tenia secretos mágicos su mirada.
Tenia sentimientos contradictorios
a veces sentía
una ternura infinita,
otras, la cólera temeraria
de una terrorista suicida.
Eso era lo que fue creciendo,
y lo que andando el tiempo hacía,
que amara de noche al hombre
al que sus hijos amaban de día.
Tenia un rostro delicado,
cejas negras y curvadas,
nariz pequeña y recta,
piel luminosa de color avellana
Adivinaba la
decadencia
de su cuerpo ante el espejo,
vio su futuro burlándose de ella
avinagrado, legañoso como un espectro,
vio sus pechos ajados y marchitos,
el vello blanco de su pubis seco,
las siete estrías plateadas
regalo de sus gemelos,
la linea que partía del ombligo
y descendía hasta el centro
del oscuro triangulo como flecha
que guiara a un
pasajero,
a un viajero que a puerto arriba
o a un amante inexperto,
presagio de goces futuros
antepuerta que lleva al cielo.
VELLYA PAAPEN
Era paravan, con la esquirla
de una piedra perdió un ojo
hoy luce uno nuevo de cristal
mamachi se ocupó de todo.
Como no había
podido saldar
su deuda con la
familia sentía
que su ansiado
ojo cristalino
no era suyo, que no le pertenecía.
Sabía que no esperaban su dinero,
su gratitud ensancho su sonrisa,
le hizo doblar mas la espalda
y sus doloridas costillas.
Cuando hablaban con cristianos
o brahmanes retrocedían de rodillas
borrando sus infectas huellas
con pequeñas escobillas,
pues podían los otros volverse
impuros si
rozaban sus pisadas,
no podían ir por la vía publica
cubrirse el cuerpo o llevar paraguas.
Hablaban cubriéndose la boca
para evitar que su aliento contagiara
su impureza a todos aquellos
a quienes dirigía la palabras
Se convirtieron al cristianismo
abrazaron la fe anglicana
mas, no compartían obispos
y tenían iglesias separadas
Fueron censados como cristianos
fuera del sistema de castas
para escapar de la “intocabilidad”
salieron del fuego para caer en las brasas,
pues perdieron el derecho a trabajos
reservados a los intocables,
prestamos bancarios a bajo interés
y las prestaciones estatales.
VELUTA
De niño llevaba regalos a Ammu
que el mismo había modelado
se los daba con la palma abierta
para que pudiera cogerlos sin tocarlo
Era un hombre fornido y fuerte,
pero ya no era un jovencito
la sonrisa era el único equipaje
que había llevado desde niño.
Inquietaba a su
padre Vellya
no por lo que hacía o decía,
sino por que
nunca parecía dudar
y mantenía su cabeza erguida.
Lo temía por como sugería las cosas,
sin que nadie le preguntase,
o desechaba sugerencias
sin dar la impresión de rebelarse.
Estuvo 4 años
desaparecido,
cuando regresa al pueblo
no encuentra ya a su madre
que tuberculosa había muerto,
su hermano Kutappen está inválido
al caerse de un cocotero
mamachi le da
en su fábrica
un puesto de carpintero.
Ammu vio como lanzaba a Rahel
al aire y en
sus brazos la cogía
su hija tenia un submundo
en el que ella estaba excluida.
No supo si envidiar al hombre
no supo si envidiar a su hija
o a aquel mundo de dedos entrelazados
y escandalosas sonrisas
El hombre son su hija en brazos
la mirada levanto
siglos enteros quedaron plegados
como un acordeón,
sus cicatrices de antiguas guerras
sus heridas... cayeron al suelo...
el retroceder de rodillas...
la historia fue cogida a contrapelo.
Quedó un resplandor palpable
como el agua en el río o el sol en el cielo,
tan obvio que nadie se dio cuenta,
solamente ellos lo advirtieron.
El vio su piel tersa y suave
y su coquetones hoyuelos,
ella sus brazos musculosos
redondos, firmes, perfectos,
supo que ya no habría palmas abiertas,
que ella tenia cosas que ofrecerle,
como la hoja afilada de un cuchillo
aquella certeza los traspasó limpiamente.
Los dos tomaron consciencia
y miraron para otro lado,
los demonios históricos
tornaron para reclamarlos
y traerlos de vuelta al mundo
en que vivían, donde las leyes
del amor establecían
a quien, como y cuanto debe quererse
LOS GEMELOS
A la espera de Sophie Mol,
Bebe escuchaba a escondidas a los niños
si hablaban en
malayalam
les imponía castigos
que saldaban con su paga mensual
eran huérfanos de
apellidos
pues Ammu dudaba entre el de su infecto padre
o el de su
indecente marido.
Tiene Estha
dientes desiguales
ojos almendrados y somnolientos
imita el tupé de Elvis
y sus eróticos movimientos
Rahel lleva un “amor en Tokio “
que convierte en fuente su pelo
recogido con una goma
y una bola en cada extremo
Es mas pequeña que su hermano
todavía sus dientes nuevos
duermen dentro de sus encías
como palabras en lapiceros
El convento de Nazaret puso
a Rahel en la lista negra
pues cuando tenía 11 años
la encontraron frente a la puerta
decorando con florecillas
un excremento de vaca
seis meses después la expulsaron
por pervertida y depravada.
Creció sin directrices
sin nadie dispuesto a pagar su dote
sin marido forzado que surgiera
amenazador en el horizonte
Se dirigió al matrimonio cual pasajero
que se dirige a un vacío asiento
en la fría sala de espera
de cualquier aeropuerto.
Cuando Larry la tocaba se sentía
igual que un futuro padre
que siente como se mueve su hijo
en el vientre de la madre,
algo insoportablemente valioso,
la acariciaba como si fuese un regalo,
algo pequeño, apacible
que por amor le fuera dado.
Pero cuando hacían el amor
los ojos de Rahel se comportaban
como si pertenecieran a alguien
que mirara por la ventana.
Le exasperaba a Larry no saber
qué significaba esa mirada
que a medio camino entre la indiferencia
y la desesperación la situaba.
Sucedía que el dios grande bramaba
exigiendo reverencia
el dios pequeño retrocedía riéndose
de su propia
audacia e imprudencia
Camino de la ciudad va la familia
y encuentran una manifestación
-¡proletarios del mundo, uníos,
viva la revolución!
Los cristianos sirios argumentan
que la estructura del marxismo
es un simple sustituto
de preceptos del cristianismo
que reemplazan a dios por Marx
por una sociedad sin clases, el paraíso,
a satanás por la burguesía
y a la iglesia por el partido.
La forma y el propósito
del trayecto son los mismos,
una carrera de obstáculos
con premio al final del camino.
Al ganar los comunistas en Kerala
vivieron una absurda situación
pues debían gobernar para un pueblo
y fomentar a un tiempo la revolución.
Van a ver “Sonrisas y lágrimas”
pero al llegar al teatro
se escuchaba cantar a las monjas
la función había empezado.
Tararea Estha las melodías
está tan emocionado...
la gente le chista y sale al pasillo
para poder seguir cantando
En el vestíbulo, el hombre
de las naranjadas y limonadas
esperando al intermedio
sobre taburetes dormitaba.
Airado mandó callar al niño,
-¡es mi hora de descanso!
pero ya que estoy despierto
ven a beberte algo
-No puedo, responde
Elvis Pelvis
el dinero lo he gastado-
no te apures, toma un refresco
que no tendrás que pagarlo,
sé amable y cógeme esto...
le puso el pene en la mano,
el hombre marcaba los ritmos
hacia arriba y
hacia abajo.
El refresco estaba frío y dulce
el pene caliente y duro
se contrajo en una mueca el rostro
del hombre fofo y barbudo.
El pene ahora estaba blando
como un monedero de cuero
sintió su mano húmeda y caliente
llena de clara de huevo.
Limpió los restos del delito
con un trapo mugriento
mantuvo su pegajosa mano
alejada de su cuerpo.
Estha se dirigió tambaleante al baño
un líquido amargo vomitó su cuerpo
el regusto acre de la primera cita
de un pequeño hombrecito con el miedo.
A cualquiera le puede pasar cualquier cosa
y es mejor estar preparado pensó Estha
se sintió satisfecho de su alarde de
sabiduría
ya nada le pillaría por sorpresa
Ammu charla y es amable
con el hombre de la naranjada
Rahel intuye que no es bueno
y mantiene las distancias.
Su madre le reprende:
-cuando hieres a alguna persona
empieza a quererte menos-
sintió la niña como una mariposa
se poso en su corazón dolido
y seis heladas patitas
le dejaban en sus entrañas
la carne como de gallina
LA CASA DE LA HISTORIA
Somos prisioneros de una guerra
que captura
sueños y vuelve a soñarlos,
que nos hace despreciar nuestras raíces
y a nuestros conquistadores adorarlos.
No pertenecemos a ningún sitio,
navegamos a la deriva por mares agitados
tal vez no desembarquemos nunca
pues no es nuestro el timón del barco,
nuestras alegrías no son lo bastante alegres
ni suficientemente tristes nuestras penas
nunca seremos mas que un pequeño
destello en los ojos de la tierra
Es la historia como una vieja casa,
que durante la noche parece en silencio
con las lámparas encendidas
y los antepasados susurrando dentro
-Es la casa
del otro lado del río-
creyeron sin dudar los gemelos
la casa donde antaño habitaba
Kari Saipu, el sahib negro,
que subsistía como los nativos
y no quiso seguir viviendo
cuando le quitaron a su amante
para enviarlo al colegio
Rahel se ponía dediles de goma
Estha removía la mermelada
quisieron conocer la historia,
visitar la casa encantada
cerrada su puerta con llave
pero abiertas las ventanas
y clavado al tronco de un árbol
con una hoz un fantasma
SOPHIE MOLL, sombrereada
con pantalones acampanados
para ella, todo son buenas caras
es querida de antemano
Rechazó la oferta de su abuela
para ser la contadora de sus lunares
ni quiso reemplazar a los gemelos
en el trenzado de su pelaje.
Se sintió triste y sola, llorando
la encontraron los gemelos
al día siguiente a casa de Veluta
la dejaron ir con ellos.
El les enseño sus herramientas
les presento a su hermano paralítico
les talló una cucharilla de madera
para cada uno de los niños
MEENECHAL
El río era realmente profundo
aunque el primer tercio era amigo,
conocían los niños los 13 escalones
de piedra mugrientos y resbaladizos
Allí habían aprendido a nadar, a pescar
habían abrazado allí el silencio,
estudiado el idioma de las libélulas
y a no expresar
sus pensamientos.
Hay una choza al borde del claro
que al río ofrece su espalda
paredes enlucidas con barro
y la cubierta de paja
Kuttapen el hermano de Veluta
yace de espaldas tumbado
viendo pasar su juventud
sin detenerse a saludarlo
Recordaba como a su madre
los pies se le habían puesto
con la piel gris como sin vida
con un color ceniciento,
Murió su madre, y tomo el relevo,
lo trasladaron
al oscuro refugio
que la
muerte tenia reservado
para administrar sus mortíferos asuntos
-Cuidado con el río, dijo Kutapen
al despedirse de los niños
aparenta ser una vieja
que va a misa los domingos
calladita y limpia que no sabe
lo que pasa en la vida ni se mete con nadie
y por la noche corre a la luz de la luna
como un animal salvaje
A cambio de votos del lobby de los
arroceros
construyeron años después una presa
que regulaba el agua de las marismas
lo que les daba al año dos cosechas
El olor a excrementos ascendía sobre el
río
se cernía sobre Ayememen como un sombrero
habían arrancado los dientes a unas aguas
que en otro tiempo provocaban miedo
PILLAI
Tenía treinta y bastantes años
piernas flacas, muy poco atlético
barriga tensa y distendida que estaba
en disonancia con su
estrecho cuerpo
un rostro alerta,fino bigote
su pelo lacio había empezado
a retroceder sobre su frente
y no hacía nada por evitarlo
Chaco va a ver a su camarada
para informarse de la manifestación
le dice que su sobrina vio a Veluta
y le requiere mas información.
Pillai dice que es despierto
y muy diligente en el partido,
que en la fábrica le dará problemas
que le de faena en otro sitio.
Chaco dice que es imposible
que gracias a el funciona la fábrica
pero los obreros no están conformes
por el tema de las castas.
Para atajar los agravios de los trabajadores
lo mejor es el sindicato
pero cuando el jefe es un camarada
desconfían los de abajo
-no puede hacer la revolución por ellos,
dice Pillai, solo puede crear conciencia,
ellos deben emprender su lucha
la revolución es un acto de violencia,
donde una clase derriba a otra
es un acto de insurrección,
tienen que emprender su propia lucha,
vencer sus temores a siglos de opresión-
Así el sindicalista desterró a Chaco
con una increíble habilidad,
del grado de los derribadores,
al
grado de los que hay que derribar.
Con la llegada de la tele empezó
la decadencia de la casa,
enchufes atascados de mugre,
sin brillo tiradores y bisagras,
bombillas totalmente aceitosas,
paredes grises, antaño blancas,
lo único brillante que podía verse
eran enormes cucarachas.
En una manifestación
inconsciente de democracia,
cogían cacahuetes del mismo cuenco
Bebe la señora y Kochu María, la criada
Tal vez fue la lluvia quien lo llevo
a la puerta de la morada,
para un borracho supersticioso
podía un aguacero fuera de temporada,
ser el presagio de la furia de un dios
subió los peldaños que le separaban de la casa,
ofreció a mamachi su mano abierta
y su ojo hipotecado sobre la palma.
Quería devolverlo a su dueña
sentía que no lo merecía,
el párpado izquierdo le colgaba
sobre la cuenca oscura y vacía,
como si hiciera un monstruoso guiño
y sus palabras fueran bromas pesadas
se calmó un poco, colocó su ojo
y comenzó a hablar de forma pausada.
Rememoró lo que debía a la familia
su ojo, su casa, y habían logrado
que Veluta fuera de niño a la escuela
y que de mayor
tuviera un trabajo
Era paravan viejo borracho
que había visto aquellos días
en los que había tenido
que retroceder de rodillas
Fue sacando las palabras
cuando dominó el terror
debatiéndose entre el deber y su hijo
batallando entre la lealtad y el amor
Les contó la historia de una barca
que cada noche el río cruza
lleva a un hombre y una dama
piel contra piel, bañados de luna.
Tomaban tierra entre arrumacos
luego la barquita quedaba
esperando a los pecadores
meciéndose en las oscuras aguas
Los amantes, hijos de sus entrañas
habían hecho que lo “impensable” “pensable fuera”
y que algo tan imposible
como aquello, sucediera
Mamachi no oía lo que estaba diciendo
ni se escuchaba a sí misma gritando
lo empujó con todas sus fuerzas
hasta hacerlo caer en el barro
El empujón cogió al borracho por sorpresa
pues su calidad de intocable
situaba a su cuerpo encerrado
en un espacio
físico impenetrable.
La furia hacia el paraván se torno
en frío desprecio por su hija, en asco,
pensar en su olor le produjo nauseas
¿como pudo su hija soportarlo?
Se la imaginó con todo detalle
los vio copulando en el fango
imaginó al paraván mugriento
sobre el pecho de ella su tosca mano,
y entre las separadas piernas de su hija
sus negras
caderas embistiendo
sintió el jadeo de los dos como animales
como un perro y una perra en celo.
Su tolerancia con las necesidades de su hijo
se tornó hacia su hija en odio abyecto
a su familia tan respetable
le había faltado al respeto
Con su ojo de cristal y su hacha reluciente
varias horas estuvo esperando
la llegada de su hijo…impaciente
a las puerta de la choza sentado
Desde su catre, Kuttapen
inmensamente aterrorizado
intenta calmar a su padre
y prevenir a su hermano
Mamachi reclama al criado
durante su estallido de furia
se mantuvo el paravan callado
y mas tranquilo que nunca
Era una tranquilidad nacida
de la extrema provocación,
que brotaba de la lucidez
que está mas allá del rencor.
Vomitaba ella sus insultos
a una puerta corredera,
Bebe la hizo girar y dirigir
su furia en la dirección correcta,
le escupió a la cara un salivazo
que mancho su cara y ofendió su ego,
¿donde había aprendió aquella
anciana un lenguaje tan grosero?
Deseaba Veluta despertarse
en otro mundo con el olor de la piel
de ella en el aire que respiraba
y con el cuerpo de ella sobre el de él.
Bebe quería que el paraván se fuera
antes de que regresara Chaco
fue a la oficina de policía
lo acusó de violación y rapto,
de ir contra las leyes naturales
de su ausencia de remordimientos
como si le llenara de orgullo
aquello que había hecho
Pidió Veluta consejo a su camarada
pero Pillai no le quiso ayudar
estaba muy lejos escondido
tras una muralla de cristal.
Le dijo que los intereses individuales
estaban subordinados al colectivo
que los errores en las vidas privadas
no las solucionaba el partido
Ammu se echo la vergüenza encima
yendo a la policía y declarando
que ella voluntariamente
a Veluta se había entregado.
Fue así como el inspector supo
que el paraván nada había arrebatado
del reino de los tocables
sino que se lo habían dado.
Mamachi aportó el plan
Bebe la pasión necesaria
hicieron lo que creyeron
oportuno las dos ancianas
Alteraron la auténtica relación
para evitar el escándalo
enviaron a la ley tras Veluta
encerraron a Ammu en su cuarto
-ustedes los echan a perder (dijo a Bebe)
los exhiben como bonitos trofeos
cuando no saben comportarse vienen
a que les saquemos las castañas del fuego,
no hay muchos sitios donde puedan esconderse
antes de que acaba el día cogeremos
al paravan perseguido por la historia
con dos heterocigóticos gemelos.
Era pasada la medianoche
el Menechal crecido bajaba
la luna asomó alumbrando a un hombre
desnudo que se metía en el agua,
el río iluminado por la luna
por cara le resbalaba
y en sus brazos parecía
como si llevara mangas de plata,
no dejó huellas en la orilla,
no dejó ondas en el agua,
fue al encuentro del destino
que agazapado le esperaba en la casa,
iba caminando deprisa
hacia el corazón de las tinieblas
tan solitario como un lobo
y como el dios de las cosas pequeñas.
Pensó que se pondrían mal las cosas
pero mejorarían luego
salvo un esmalte rojo de uñas
ninguna otra cosa cubría su cuerpo.
Tras el caos organizado
por la noticia de Vellya Paapen
nadie recordaba cuando habían visto
a los niños por última vez
Recordó Ammu sus palabras ofensivas
a sus hijos cuando le preguntaron
cual había sido la causa
de que la hubieran encerrado
-Si no fuera por vosotros
estaría libre, respondió gritando,
sois una piedra atada a mi cuello
debí llevaros a un orfelinato-
Ammu no pudo ver como estaban
de encogidos, contra la puerta apoyados
sus excelencias los embajadores
Elvis Pelvis y el Insecto Palo
Abrumados por las palabras de su madre
los niños preparan su marcha
habían equipado la casa de la historia
durante las dos últimas semanas
Sophie los había convencido de que
era
esencial que con ellos la llevaran
con sus tesoros en las mochilas
llegaron al río, tomaron la barca,
chocaron contra el tronco de un árbol
y como les pasara otras veces, volcó,
nadaban entonces hasta la orilla
usando la barca de flotador
Fue una silenciosa ceremonia de entrega
una barca que derrama su carga
un río que acepta la ofrenda
Sophie
desaparece en las aguas.
Era una vida pequeñita
un rayo de sol muy breve
con un dedal de plata en la mano
para que le diera buena suerte
Pasadas unas horas los policías
se abrieron paso entre la maleza
llegaron pisando fuerte
hasta el corazón de las tinieblas
tintineaban las esposas
en sus ocultas faltriqueras,
agentes de propósitos aviesos
negros de
corazón, como hienas
Entraron de puntillas en la casa
de paredes blancas y rojo techo
que ahora estaba pintada
con los colores del tiempo
Se desplegaron en abanico
apoyándose en codos y rodillas
encontraron a su presa
en la trasera galería
En una esquina, un tupe deshecho
y una fuente con amor en Tokio
en la otra esquina un carpintero
con las uñas pintadas de esmalte rojo
Veluta interrumpió su sueño
cuando le rompieron las rodillas
los niños creyeron que estaban
viviendo una pesadilla
encogidos en el suelo, petrificados
entre la incredulidad y el espanto
vieron que era su amigo
a quien estaban torturando
Oyeron el ruido de la madera en la carne,
el de las botas sobre los huesos,
el de los puños sobre los dientes,
el del cráneo sobre el cemento,
el borboteo de la sangre
mezclado con la respiración,
el romperse una costilla
y el clavársela en un pulmón,
con los ojos como platos miraban
hipnotizados algo que percibían
la falta de apasionamiento
en lo que hacían los policías,
vacío, donde debía haber cólera
una extrema brutalidad medida
como si estuvieran abriendo una
botella o cerrando una canilla,
eran demasiado pequeños para saber
que aquellos hombres eran secuaces
de la historia. enviados a cuadrar los libros
y hacer pagar a quien trasgrede sus normas.
Fue una demostración clínica
perfectamente controlada
de la búsqueda del dominio
y el poder de la raza humana.
Fue un ajuste de cuentas
nada imprevisto ni accidental,
exorcizaban su propio miedo
actuaron con responsabilidad.
No le arrancaron el pelo,
ni lo violaron, ni lo decapitaron,
ni lo quemaron vivo,
ni los genitales le cercenaron.
Mientras veían como aplastaban
y rompían al hombre que ellos quieren
aprendieron que la sangre de un negro
apenas se ve... pero huele.
A pesar de su cráneo roto
a pesar de sus pómulos aplastados
de su espina dorsal lesionada
de sus pulmones
perforados
sacaron las tintineantes esposas
para mas humillarlo y someterlo
vieron entonces sus uñas pintadas
se burlaron ¿haces a pluma y a pelo ?
El policía , tras escuchar a los muchachos,
vio, en la incoherencia de sus palabras
la válvula de escape del cerebro humano,
su manera de afrontar el trauma
Los niños se habían ido por voluntad propia,
la niña se había ahogado por accidente,
el
era responsable del homicidio
de un hombre que en teoría era inocente
Bebe intimida a los niños:
-quitarle la vida a una persona
es un pecado, algo tan terrible
que ni siquiera dios lo perdona.
Sabéis que no fue un accidente,
que los dos sois unos asesinos,
que estabais celosos de ella
y no podré mentir en el juicio,
que salisteis solos por la noche
aunque lo teníais prohibido,
que obligasteis a Sophie a acompañaros,
que la tirasteis en mitad del río,
iréis a cárceles diferentes
y vuestra madre por culpa vuestra,
si es que allí dentro no muere
cuando salga sera una vieja enferma.
Cuando hubo destruido
todo rayo de esperanza en sus vidas
les ofreció una solución
como una mágica hada madrina.
-Podréis salvar a vuestra madre
de una publica humillación
lo que han hecho con Veluta
ya no tiene solución,
solo tenéis que responder SI
a la pregunta que el inspector os haga,
después podremos irnos juntos-
los niños decidieron salvarla.
Bebe llama al inspector
sonriendo de oreja a oreja,
solo necesita declarar un niño
la anciana se lleva a Estha.
Con los ojos como platos y el tupe deshecho
iba camino de una misión
en lo mas profundo de la comisaría
resuenan sus pasos como su corazón.
Veluta apareció desnudo en el calabozo
tirado sobre el resbaladizo suelo
los policías recularon ante el charco de orina
que de su cuerpo manaba y se iba extendiendo
Uno de los agentes lo toco con el pie,
los ojos del paravan apenas se abrieron,
su mirada vagó hasta encontrar la del niño
intentó sonreírle en un forzado gesto.
No sobrevivió a aquella noche
la muerte vino a su encuentro
lo arrojaron a la fosa común
donde la justicia tira a sus muertos
Años mas tarde, los dos hermanos
recrearían la escena dentro de sus cabeza
que los
hubieran engañado para culpar a Veluta
era
solo una verdad a medias
Margareth sabía que puede pasar de todo
cuando se viaja
al corazón de las tinieblas
por eso daba a su niña pastillas
contra la malaria y la diarrea
desgraciadamente, en su improvisado
botiquín ultimo
modelo no llevaba
ningún remedio preventivo
contra morir ahogada
ENTIERRO SOPHIE
los sacerdotes sacudieron sus barbas
con sus dedos repletos de anillos
como si unas arañas ocultas
hubieses tejido en ellas sus nidos
Metieron el ataúd de Sophie en el hoyo
del cementerio que hay tras la iglesia
oyó Rahel sonidos amortiguados
y supo que su prima no estaba muerta.
Las voces de los tristes sacerdotes
llegan apagada por el lodo y la madera
los gritos de Sophie no pudieron oírse
a través de la tierra y las piedras.
Volvía a su mente sus hundidos ojos,
su precioso pelo castaño rojizo
entretejido con hierbajos verdes
y lodo y suciedad del río.
Era como una sirena esponjosa
mordisqueada por los peces,
con un dedal de plata en su puñito
para que le diera buena suerte.
Bebe quería echar a Ammu de casa
fustigó hasta convertir a Chaco
en un toro revolviéndose por el dolor
que acabó tirando las puertas abajo.
Fue idea de la perversa anciana
obligar a su
sobrina a marcharse
fue idea suya, separar a los niños
y que Estha fuera devuelto al padre
Derribó la puerta, despachó a su hermana
-márchate, haz las maletas-
con una calma repentina y extraña
sorprendido ante su propia fuerza.
Ammu hace prometerle a los niños
que
siempre se querrán el uno al otro
no supieron explicarle que en ellos
no hay tu ni yo... sino nosotros.
El pequeño Estha metió en su baúl
la ropa marcada con su nombre
sus discos de Elvis, su biblia de cuero,
40 sellos con sus respectivos sobres,
Serios, tristes, humillados silenciosos
juntos los tres en la estación de trenes
con la certeza de que su amor por un hombre
le había causado la muerte.
Estaban los gemelos ofuscados
y solo querían que sus castigos
se correspondieran con el tamaño
del delito que hubieran cometido
Estha abandonó Ayememen
llegó con su padre dos semanas después
vivía en Calcuta, se había casado
tras dejar la plantación de te.
Envió al niño al colegio
donde se quejaban constantemente
-no participa en actividades de grupo
es un alumno muy corriente-
Simplemente dejó de hablar
no hubo un momento exacto
fue algo apenas perceptible,
un irse quedando callado,
un asunto de reducción
paulatina de beneficios,
hasta llevar al negocio
a su cierre definitivo.
-Volveré a buscaros-, había dicho la madre
lograré dinero y construiré una escuela
pero sus sueños se quebraron
tras convertirse en ramera
Malvivió y murió en una sucia pensión
llena de
pánico porque la descubrieran
y tener que soportar el bochorno
de que le raparan su cabellera
Chaco lo veía
todo borroso por el dolor
de haber perdido a su única hija
y por el asedio de Encurtidos el Paraíso
por los militantes comunistas.
Como un niño que crece de golpe
por un desgraciado contratiempo,
y abandona sus juguetes
así Chaco se deshizo de sus sueños.
Cerraron la fábrica, vendieron
arrozales para pagar los préstamos,
emigró a Canadá, Bebe y Kochu
María apenas tenían ingresos.
Solo quedó la plantación de caucho
después que algunos murieron,
algunos otros se marcharan,
y el pobre Estha fuera devuelto.
La última visita de Veluta a Pillai
y lo que ocurrió entre ellos
no salió de las cuatro paredes
permaneciendo en secreto
Esa última traición llevo a Veluta
con el corazón en la boca
a cruzar nadando el río para llegar a tiempo
a su cita a ciegas con la historia
Salió en los periódicos la muerte
de la niña y el enfrentamiento
de la policía con una paravan acusado
de violación, asesinato y secuestro.
Y el asedio del partido comunista
a “Encurtidos y Conservas El Paraíso”
liderado por el camarada Pillai
portavoz de los oprimidos,
quien sostenía que la dirección
a un paravan había implicado
en una denuncia falsa
para poder eliminarlo,
pues era miembro muy diligente
del partido comunista,
y participaba en actividades
que a la empresa no convenían.
Bebe cogió su diario y empezó a escribir
Te quiero, te quiero te quiero
todas las páginas de su diario
comenzaban de modo idéntico.
El padre Mulligan cambió su fe
al estudiar los escritos hindúes sagrados
Bebe se sintió tremendamente ofendida,
era como abrir los brazos
para dar la bienvenida a alguien,
y ese alguien pasara de largo
para caer irremediablemente
en otros brazos extraños.
No alteró los comienzos de su diario
pues era suyo el recuerdo que tenía de el
y en su recuerdo la abrazaba solo a ella
como un hombre abrazaba a una mujer
LA HISTORIA
Sus niños están dormidos, y ella
con su radio en la oscuridad sentada
la premonitoria letra de una canción
dentro de su cabeza estalla
“No hay tiempo que perder
realiza tus sueños antes de que se esfumen
si pierdes tus sueños perderás la razón
no temas que la sociedad te juzgue”
Salio de su mundo, como hechizada
iba al encuentro de su destino
puso rumbo a un
lugar mejor
ella conocía bien el camino,
podía encontrarlo en mitad de la noche,
recorrerlo con los ojos vendados,
tornose en carrera, su paso lento
llegó sin resuello y sollozando,
como si supiera que él estaría allí,
como si el supiera que ella acudiría,
como si llegara sin querer tarde
a una programada cita.
La certeza se le coló aquella tarde
mientras el sostenía a su hija en brazos
cuando sus ojos le dijeron que el
no era el único que podía dar regalos,
ella le podía dar los profundos
hoyuelos de sus mejillas, sus ojos
que siempre estaban en otra parte,
y sus refulgentes y sensuales hombros.
Llegó al río y el no estaba allí,
en los peldaños de piedra se sentó
-he sido una loca por haber creído
que a él también le guiaría el amor-
Corriente abajo, en el centro del río
flotando de espaldas en el agua apacible,
el mira melancólico las estrellas
mientras sueña amores imposibles,
pensando que ha sido un loco
por haber estado tan seguro,
de que ella iría a su encuentro
y encajarían sus dos mundos.
Comenzó a nadar corriente arriba
sintió ahogarse cuando la contempló
ella no lo veía tenia la cabeza
entre las manos, el la observó.
Si hubiera sabido que entraba en un túnel
cuya única salida era su aniquilación
¿hubiera iniciado su ansiado romance?
Puede que si... puede que no.
Nadó hacia la orilla, subió los peldaños
ella le vio reír , era una sonrisa blanca
el único equipaje que atesoraba
desde su mas tierna infancia
Ella siguió obsevándolo en silencio
a la luz de la luna pálida
a él le recorrió un súbito escalofrío
su corazón de gozo bailaba
Él creyó que todo era una trampa
que era fruto de su imaginación
que ella era un delicioso anzuelo
él tiritó de frío y terror
La deseaba con urgencia, sabía que
podía perderlo todo, familia, trabajo,
ella lo abrazó hasta notar su corazón
un poquitito mas calmado.
Desabrochó su blusa, pechos color de
almendra
contra su tórax de ébano liso
sintió el olor que desagradaba a Bebe
delicioso aroma a paravan y a río.
Saco la lengua y probo su cuello
sus brillantes ojos, el lóbulo de su
oreja,
besó sus labios, fue un beso turbio
que exigía otro a cambio con urgencia.
Él la besó, primero con cautela luego,
con desesperada codicia y ansia,
sus callosas manos la recorrían
con sumo cuidado para no lastimarla.
Se sentía a si misma a través de él
sentía que para él, era ella delicada,
como si su su cuerpo fuera solo humo
solo existía donde él la tocaba.
Él le puso manos en las nalgas
y la atrajo hacia sus caderas,
quería que sintiese como la deseaba,
la plenitud de su desmedida urgencia.
El terror marco los tiempos
la biología dispuso la coreografía
como si supieran que con cada
estremecimiento de placer
con una medida igual de dolor pagarían,
que cuanto mas lejos llegasen
mas atrapados estarían,
se atormentaban el uno al otro
y de esa forma se contenían.
Se daban tan despacito
que hacía que el deseo acrecentara
hacía que aún mas les costase,
porque despacio, los escollos se salvan,
sosegados eliminaban la torpeza
y la precipitación de todo nuevo amor
llevándolos por insondables caminos
que desembocan en una febril pasión
El río latía en la oscuridad
la noche apoyaba los codos en el agua
brillando como seda salvaje
mientras a los amantes observaba
Ella se tendió sobre el
lo aisló del mundo con su cabello
se fue deslizando mas abajo
mordisqueando su apetitoso cuello,
sus tetillas, la hendidura de su ombligo
paladeó su pene caliente y erecto
él se incorporó, la atrajo hacia sí
la sintió húmeda sobre su cuerpo,
sus
manos, como papel de lija acariciaban
sus senos como de terciopelo
le
guió Ammu a su interior
una vez dentro de ella el miedo
de Veluta quedo derrocado
la necesidad impuso el desenfreno
el precio de vivir alcanzó
cuotas inabordables, aunque luego,
hubo a quien le pareció muy barato
el coste de tocar juntos el cielo.
El navegaba por sus aguas,ella le sentía
adentrarse mas y mas, avanzando,
intentando llegar mas al fondo
de modo frenético y desesperado
Cuando alcanzó las profundidades,
cuando no había un mas allá en su interior
con un sollozo y un estremecimiento
en un mar de tempestades, se ahogó.
Su nudo interior se había desatado
pero
ella seguía muy tensa,
con un mimo exagerado
la quiso boca arriba, le dio la vuelta.
Le besó los ojos, las orejas, los pechos,
las siete estrías plateadas de su vientre,
la linea del ombligo hasta el triangulo
oscuro donde ella quería que fuese,
las manos del carpintero le alzó las
caderas
besó el interior de sus muslos de piel
suave
y una lengua intocable toco lo mas
recóndito
y bebió de aquel cuenco adorable,
Ella bailó para el llena de vida
con alas pesadas y temblorosas
siete años de olvido alzaron el vuelo
y salieron trotando hacia las sombras
Consciente de lo que había hecho
el terror se apoderó de él,
pero sabía que volvería a hacerlo
una y otra y otra vez
Sonrió ella para sus adentros en la
oscuridad
al pensar en la fuerza de sus manos
y en lo segura que se sentía
cobijada en sus robustos brazos,
Lo cierto es que no había otro lugar
mas peligroso donde pudiera hallarse,
fueron trece días de pasión desmedida
hasta que la historia fue a buscarles.
No tenían ningún futuro juntos por eso
en las noches que siguieron a aquella
los
dos se aferraron al dios chiquito
que mima las cosas pequeñas,
Se rieron de las mordeduras
de las hormigas sobre sus nalgas,
de una mantis particularmente religiosa
de una araña que se camuflaba
cubriendo su cuerpo con basura
contribuyeron ellos a su indumentaria
y emergió contrariada y desnuda
conectaron su futuro al de la araña.
La buscaban cada noche,
su pequeñez y debilidad les angustiaba
su orgullo auto destructivo
podía llevarle a alguna desgracia.
La eligieron porque sabía que tenían
que depositar su fe en la fragilidad,
¡erraron! la araña gestó generaciones
y murió longeva de muerte natural.
Cada vez que se despedían
una pequeña promesa se arrancaban
¿mañana?... era la pregunta de uno
y la respuesta del otro era....”mañana”
Veluta veía como se vestía su amada
y se ponía luego en cuclillas frente a el
lo toco delicadamente con los dedos
dejo un rastro de vellos erizados en su
piel.
La atrajo hacia si, besó sus ojos
en el pelo una rosa seca llevaba
se puso en pié, la vio marcharse
se volvió para arrancarle de nuevo un
...mañana
EL REGRESO
Estha es devuelto a la casa
23 años mas tarde
su padre emigra a Australia
cuando vuelve a casarse
A Bebe Kochama le molesta
que
su sobrino esté en su casa
Rahel vuelve para recuperar
la mitad de su desvalijada alma.
Está sentado, mudo, muy erguido
esperando que lo detengan
ha convivido todos estos años
en constante lucha con su conciencia
La última franja de luz
se deslizó del hombro del querubín
Rahel está inmersa en sus pensamientos
cuando la oscuridad se tragó el jardín
El está sentado en su cama
perdido en su mundo, mirando afuera
es a su hermana a quien añora
pero no consigue verla.
Dos actores atrapados en una obra
sin
el menor indicio de argumento
representando sus papeles con torpeza
tratando de paliar el dolor ajeno,
sin nadie que les dijera
vosotros no sois los pecadores
erais niños sin capacidad de control
sois las víctimas y no los autores.
Y autores hubo muchos aquel día
y una sola víctima aparte de ellos
que tenía las uñas color rojo sangre
y dejó tras de sí en el universo,
un agujero por el que su madre
marcho a
un futuro incierto,
dejándolos girando en la oscuridad
sin amarras ni cimientos.
Oscuras ramas de palmeras se abrían
como peines inclinados sobre el cielo del
monzón
y entre sus codiciosas púas torcidas
deslizábase anaranjado el sol.
En el abandonado jardín ornamental
Rahel era observada por nomos indolentes
y sapos a los que nadie besó y llevan
en su interior príncipes vehementes.
Estaban sentados “el silencio y el vacío”
dos fósiles heterocigóticos
atrapados en una historia que era suya
y era también de muchos otros.
Historia con estructura de orden
que después se había desbocado,
hacia la mas desesperante anarquía
como un caballo encabritado.
Ella lo rodeó con sus brazos
tumbados, en la oscuridad, despiertos,
vacío y silencio...ni jóvenes ni viejos,
en una edad
en que la muerte ya es un posible hecho...
Eran dos extraños que se habían conocido
antes de que sus vidas empezaran
nadie observaba a través de los ojos de
Rahel
nadie miraba al mar desde la ventana.
El aire estaba un poco húmedo
pero muy silencioso, hubo lágrimas,
el silencio y el vacío encajaron
como una cuchara en otra cuchara.
Hubo un adorable olisqueo
en la base de una garganta,
y un hombro de color miel acabo
con una semicircular marca.
Siguieron abrazados el uno al otro
mucho después de que aquello acabó
pero lo que aquella noche compartieron
no fue felicidad, sino dolor
Una vez mas trasgredieron
las leyes del amor que establece
cómo, cuanto, donde,
y a quien debe quererse
No existe ningún animal o bestia
en el mundo, que haya desarrollado
la infinita capacidad de inventiva
que caracteriza al odio humano
Dos vidas, dos infancias de niños
y una lección de historia
para futuros transgresores que aspiren
a conquistar “al dios de las pequeñas
cosas”
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